Me llamo Jeroen, y mi carrera en Mainfreight comenzó con el programa Líderes del futuro. Durante mi formación, adquirí experiencia gracias a la rotación de puestos, lo que me ayudó a prepararme para mi trayectoria profesional. El primer puesto que desempeñé fue jefe de grupo en nuestra unidad de negocio de Almacenes en ‘s-Heerenberg (Países Bajos). Allí mejoré mis capacidades de liderazgo y comencé a interesarme por el mundo de la cadena de suministro. A partir de allí me trasladé a la filial Aérea y Marítima de la empresa en Ámsterdam, donde he ocupado diversos puestos. Mi primer puesto en la filial Aérea y Marítima se centraba en exportaciones, y el siguiente, en asistencia de ventas. Ambos han contribuido a prepararme para mi actual puesto de representante de ventas.

Me siento muy afortunado de formar parte de una empresa tan diversa y dinámica. Este sería un día “habitual” en mi vida diaria.
Lo pongo entre comillas porque ningún día es igual aquí.

 

6:55 h	Suena la alarma.
7:00 h	Empiezo a trabajar en la ducha: prioridades, tareas pendientes, evaluación del día anterior… En mi cabeza, doy un repaso rápido a todos los aspectos que debo llevar a buen puerto.
7:30 h	Si es lunes o viernes, me dirijo directamente a la oficina de Ámsterdam o de Róterdam. Si no, me lanzo de cabeza a las llamadas de ventas.
8:00 h	Me tomó un café mientras leo las noticias (del mundo del transporte).
9:00 h	A partir de aquí, ya no existe la rutina: yo decido qué rumbo tomar. Hay días enteros que dedico a desplazamientos. En ese caso, tengo como mínimo tres citas, y aprovecho para acercarme a potenciales clientes o para buscar nuevos y ponerme en contacto con ellos.
16:00 h	Al final de la tarde ya me dedico a responder correos, retomar asuntos pendientes y registrar mis llamadas de ventas en MainSale, nuestro sistema. También me preparo para el día siguiente.

Me gusta el puesto de representante de ventas porque supone un reto constante. No hay dos días iguales. Buscamos clientes no transaccionales con un flujo de mercancías regular y constante para poder entablar relaciones a largo plazo con ellos y construir nuestro servicio de forma que se adapte a sus necesidades.

Son retos, pero ahí radica precisamente la diversión. Es emocionante encontrar a esos clientes y poder demostrarles el valor añadido de Mainfreight. ¿Lo mejor? Quedarte tú la cuenta y construir tú mismo los consolidados entre filiales.